Insomnio

Mientras escucho un poco de música relajante a altas horas de la madrugada, pienso en que hay tantas cosas sobre las que me gustaría escribir que no sé ni por cuál ni cómo comenzar. Siento que tengo la cabeza como una telaraña mal formada.

La vida con el paso del tiempo me ha hecho entender que no nacimos para comprenderla sino tan sólo para vivirla y disfrutarla, con todo y sus alti-bajos. Cada día es un reto y cada reto es un obstáculo que debemos superar. Pero qué difícil es entender tantas cosas que suceden y buscar una explicación o respuesta, a veces llega a ser un arduo, sino es que imposible labor. Ojalá la vida viniera con instrucciones como cualquier artículo armable.

A veces me jacto de que temo hacer el rídiculo y al mismo tiempo que ese temor es igual a inseguridad... y qué diantres, termino haciéndolo igual de todas formas. Porque no puedo dejar de ser yo, no puedo perder mi identidad y aparentar algo falso sólo para obtener el agrado o aprobación social... bullshit, si te aceptan te tienen que aceptar tal como eres, ese es el verdadero encanto. Sí, tal vez sea la persona más despistada, o tal vez sea la persona más ingenua, la más lenta, la más indecisa o la más torpe... ¿y pues qué? todo eso es parte de mi encanto personal.

Otras veces me doy cuenta de que existe cierto temor al rechazo y al mismo tiempo de que ese temor es igual a inseguridad... y qué diantres, la realidad es que no tengo nada que perder, al final, la vida siempre te ofrecerá más opciones en una bandeja, no es el fin del mundo.
Si obtienes la aceptación, ganas y a lo mejor serás más feliz y si al contrario, recibes el rechazo, tal vez sientas decepción y dolor temporalmente pero pues te quedas como estabas y tendrás que mirar hacia otros horizontes. No pasa nada, todo pasa por alguna razón y personalmente yo sí creo en el destino y que este no se debe esperar sino perseguir.

¿Por qué menciono todo esto? porque a lo largo de lo que he vivido todos estos años, ha sido de lo poco que he tenido que calar en mi mente para poder sobrevivir y de manera positiva y, debo decir, no ha sido en vano. Como cualquier humano he tenido vivencias tanto buenas como malas, y malas de esas que de plano te carga el payaso y las cuales sólo te consumen los sentimientos negativos; pues no somos robots, somos de carne y hueso, y per se todos sentimos aunque unos los demuestren más, otros menos u otros los repriman (este último no lo apruebo y no siento que sea saludable).

No podemos lamentarnos por lo que hicimos o creemos que hicimos mal, porque ya esta hecho y los "hubieras" no existen. Si algo se descompuso y ya no tiene arreglo se tiene que desechar, pues tratar de repararlo no sólo sería inútil, sino que también por lo mismo significaría una labor insignificante y un desgaste físico y mental.

Estoy cansada de intentar hacer las cosas "bien" y tratar de no hacer el "ridículo" o parecer una "tonta" ante los demás. Luego igual resulta que ni siquiera es así... y son nomás producto de mis malditas chaquetas mentales.